Necesito una dosis de mí misma.
Urgente.
Necesito una pizca de emoción.
Mezclada con ese no se qué.
Que hace que te tiemblen las patitas.
Y se te vaya el hambre.
Hasta que vuelve.
Siempre vuelve.
Necesito una dosis de mí misma.
Para sentirme mejor.
Aunque sea,
por 45 minutos.
A 180 grados y sin interrupción.
Necesito una dosis de mí misma.
En un mar,
donde el viento me susurre,
que todo está bien.
Todo está bien dondequiera que estés.
Todo se resuelve.
Y si no, no.
Necesito una dosis de mi misma.
Que me calme la ansiedad
De no saber quién soy.
Que me calme la incertidumbre
De a dónde voy.
Y el miedo.
Ahi está. Gritándome.
Por que el miedo grita, no susurra.
El miedo siempre está.
Esperando.
Que lo dejes entrar.